En 1951, en un lugar de La Mancha cuyo nombre prefiero recordar, La Roda, comenzó la trayectoria laboral de la familia Ruiz, dedicándose con esfuerzo y pasión en el obrador.
En la década de los sesenta, Don Manuel Blanco López, un apreciado y querido confitero rodense, creó el primer "miguelito": un pastel de fino hojaldre relleno de dulce crema pastelera y cubierto, no con azúcar molida, sino glaseado. Este delicioso pastel tomó su nombre en honor a un gran amigo, Miguel Ramírez, quien fue el primero en probar esta innovadora creación.
Con el paso del tiempo, la familia Ruiz inició la elaboración de los exquisitos Miguelitos de La Roda, siguiendo el legado de Don Manuel y contribuyendo a su historia al introducir por primera vez variantes como los Miguelitos de chocolate, los de chocolate blanco, los Miniguelitos bombón y los Lorencitos.
Y así, desde La Roda, llega en toda su esencia original, tal como fue concebido, el auténtico Miguelito Glaseado de 1951.